PNL en
la educación
Uno de los problemas más
grandes de la humanidad es la mala calidad de la educación que se imparte a los
niños y la poca capacitación que se da a los maestros cuando hay alguna. La
educación escolar así como la educación familiar es la responsable de formar a
las nuevas generaciones. Esta frase la hemos oído hasta el cansancio, sin
embargo debemos ponernos a pensar sobre lo que significa.
El ser humano absorbe y
guarda en el inconsciente toda la información a la que ha tenido acceso. Esta
información es filtrada a través de su pensamiento, pasando por su sistema
neuronal y formando programaciones, las cuales forman creencias que lo
conducirán y lo guiarán durante toda su vida. El ser humano es producto de sus
pensamientos, acerca de lo vivido y experimentado.
Aquí reside la tremenda
responsabilidad de padres y maestros. ¿Qué clase de mundo les estamos
presentando a nuestros niños y jóvenes? ¿Qué ejemplo les estamos dando? ¿De qué
manera los respetamos y los tratamos como personas pensantes y valiosas?
Acordémonos que lo que se graba íntimamente son las vivencias y no la teoría.
El maestro debe estar consciente de la enorme responsabilidad que se le ha
otorgado, ya que su labor no es informar, sino formar seres humanos.
Esta visión no se tenía el
siglo pasado, donde la personalidad del niño no era tomada en cuenta y la
educación escolar se impartía sin considerar al pupilo como ser individual, el
centro y la razón de la educación. Era y sigue siendo, desgraciadamente en
muchos lugares, una educación estereotipada. Sin embargo cada vez son más las
escuelas y centros educativos que están conscientes de la importancia de la
educación personalizada.
Programación
Neurolingüística nos propone herramientas valiosísimas para dar a los alumnos
una educación personalizada, eficiente, viéndolos como individuos para poder
hacerles llegar la información que se requiere de una manera efectiva.
Una de las herramientas
principales que nos presenta la PNL para manejar en la educación escolar, es el
conocimiento de los sistemas representacionales, básicamente para saber por dónde
le llega la información al alumno. Esto quiere decir cuál es su principal canal
de acceso con el exterior. Hay niños que son más visuales, aprenden más a
través de imágenes, otros son más auditivos y aprenden más por lo que escuchan
y no tanto por las imágenes y otros son más sensoriales o kinestésicos, esto
quiere decir aprenden más por el gusto, olfato y tacto. Por lo tanto, el
maestro debe aprender técnicas de enseñanza que involucren a cualquier tipo de
alumno para asegurarse que todos sus alumnos entienden y aprenden los
conocimientos que se le están impartiendo. (Ver Sistemas Representacionales y
Sistemas Representacionales II).
El aprender a usar el
lenguaje correcto que le llegue a cada uno de los alumnos es parte de saber
usar todos los sistemas representacionales con términos visuales, auditivos y
sensoriales. Frases tales como “lo ven claro” (visual) “quiero decir esto bien
alto y claro” (auditivo), “siento lo que me quieres decir” (sensorial).
El buen uso de lenguaje
incluye el hablar siempre de lo que se pretende y se quiere lograr y no
utilizar frases que ilustran lo que no se quiere. Por ejemplo: “se acuerdan de
traer mañana su tarea” en lugar de decir “no se les vaya a olvidar su tarea
mañana”. (Ver La Importancia del Lenguaje Asertivo).
Los niños problema,
generalmente son la causa de una educación no personalizada, esto quiere decir
que no está en su idioma o mejor dicho en su sistema representacional y que de
alguna manera no logra captar su atención, ya que no le interesa. Este tipo de
alumnos suelen ser sensoriales. El problema aquí no es del alumno, sino del maestro
que se empeña en dar la información normalmente por los canales visual y
auditivo generalmente, dejando fuera a los alumnos sensoriales. Ejemplo de cómo
dar una clase son los museos interactivos para niños donde se despiertan los
cinco sentidos. Asimismo, PNL tiene técnicas específicas para lograrlo también.
Otra técnica muy eficiente
para que el alumno esté dispuesto a aprender, es enseñarlo a respirar
abdominalmente para oxigenarse al entrar a clases y en los momentos que el
maestro detecte cansancio en el grupo. El respirar profundamente de esta manera
sitúa al alumno y también al maestro en el aquí y el ahora, siendo más difícil
que la atención del alumno se disperse. El mover a los alumnos mediante algún
ejercicio también es de gran ayuda.
El maestro debe aprender a
leer a sus alumnos a través del lenguaje corporal. Es imposible que un alumno
que llegue a clases con un problema emocional encima, ponga atención y se
desempeñe como los otros compañeros de clase, sin que antes se le atienda. Por
eso el manejo de las claves oculares, así como de la fisiología son de gran
ayuda dentro de la educación. (Ver Lenguaje Corporal y PNL y Movimientos
Oculares).
El maestro cercano,
eficiente, el mejor de los maestros es el maestro que logra estar con sus
alumnos, que aprende a ser con ellos y a través de ellos. Y Programación Neurolingüística
nos proporciona todas las herramientas para elaborar una educación donde
cualquier tipo de alumno pueda aprender rápida y fácilmente y donde el maestro
pueda fluir.