Palabras
peligrosas
1.- La palabra “no”. Esta
palabra no la registra la mente, es una palabra abstracta. Ejemplo: “No”
pienses en un caballo. “No” pienses que va galopando. Y la mente lo registra
inmediatamente. Al no registrarla, la mente registra lo que se dice a
continuación del “no” por ejemplo: “no te metas a la piscina”, “no me quiero
enfermar”, “no vayas a chocar el coche”, etc. Si quitamos el “no”, fíjate qué
queda. La orden de meterse a la piscina, enfermarte, y chocar el coche. Esas
son las imágenes que automáticamente se proyectan en tu mente, te des cuenta o
no y tu mente capta el mensaje contrario y lo cumple.
2.- La palabra “pero”. Esta
palabra la usamos generalmente para unir dos ideas. La primera parte de la
frase puede ser algo agradable, luego viene el “pero”, y la segunda parte de la
frase, anula la primera. En ocasiones pueden ser muy ofensivas si no nos damos
cuenta de cómo la estamos usando. “Tu
comida está rica, pero muy picosa.” (No te gustó al comida por picosa); “Te
ayudo con tu mudanza, pero hoy no puedo.” (No le vas a ayudar) Una forma de
suavizar el mensaje es invertir las frases: “Esta muy picosa, pero está rica.”,
“Hoy no puedo, pero te ayudo con tu mudanza.” Otra manera es, sustituir “pero”,
por “sin embargo” y esto tenderá a mandar el mensaje con otro significado. “Tu
comida está rica, sin embargo muy picosa.” “Te ayudo con tu mudanza, sin
embargo, hoy no puedo”.
3.- Generalizaciones como
“nunca”, “nadie”, “todos”, “siempre”, son palabras peligrosas porque son
determinantes y absolutas, y generalmente son falsas. No hay cabida para una
excepción, y terminan la conversación. Si “todos” los políticos son corruptos
(habrá algunos que no lo son), pues son todos y no hay esperanza. Si “nunca”
haces nada bien, (habrá algunas cosas que he hecho bien) pues es nunca y no hay
posibilidades de mejoramiento. Este tipo de aseveraciones en la conversación
dañan mucho, tanto al que las dice, como al que las escucha, además de que son
aseveraciones falsas. Tanto padres como maestros, han cometido todo tipo de
agresiones al incluir alguna de estas palabras con un niño cuando se refiere a
sus habilidades.
4.- “Mañana”, “la próxima
semana”, “un día de estos”, son otra serie de palabras que no te llevan a nada.
Cualquiera de esas frases la puedes decir cualquier día y te encontrarás que
“mañana” o las otras frases, nunca llegan. Cuando queremos cumplir objetivos
estás están absolutamente prohibidas. Mejor puntualizar qué día; el lunes, por
ejemplo.
5.- “Tengo que”, tiene un
significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos
cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. “Tengo que trabajar”, “tengo que
estudiar”, “tengo que organizarme”. Denota una obligación. Nunca decimos,
“tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los
primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para
poderlo lograr. Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con
“tengo que”. Puedes aligerar tus obligaciones engañando a tu mente y cambiar
“tengo que” por “quiero” y verás que hay ligereza y sentirás que logras las
cosas con mayor facilidad. “Quiero trabajar”, “quiero estudiar” (no hay lucha)
y lo podrás lograr mucho más rápido y con menos esfuerzo. Eso de engañar a la
mente se puede hacer con frases que den un sentido a la acción. Ej. Yo trabajo
para ….., Yo estudio porque ….. Si uso el yo quiero, sin quererlo, no me va a
provocar una emoción positiva ( o sea un efecto neuroquímico positivo) ya que
me suena a falsa y por lo tanto no me va
a funcionar pues estoy negando una realidad.
Estas son algunas de las
palabras peligrosas para que las tengas presente y que veas cómo las usas y si
te impiden conseguir tus metas. Cuida tu
diálogo interno, lo que te dices a ti mismo. Y luego cuida lo que dices a los
demás.
Como ejercicio, haz una lista de las expresiones que usas con frecuencia
con estas palabras para hacer conciencia y trata de cambiar las palabras para
que el significado deje de ser negativo y así el efecto neuroquímico sea
positivo y de motivación, Amamos.
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