sábado, 15 de junio de 2013
¿Qué es
la Programación Neurolingüística?
Las siglas PNL, representan
un término que engloba los tres elementos de mayor influencia en la producción
de la experiencia humana. Así, el sistema neurológico regula la función del
organismo; a su vez, el lenguaje determina cómo interactuamos y nos comunicamos
con los demás, mientras que la programación mental de cada quien incide en las
concepciones del mundo que creamos. La programación neurolingüística describe
cómo la dinámica fundamental entre la mente (neuro), el lenguaje (lingüística)
y la interacción de ambas determina nuestro organismo y comportamiento
(programación).
La PNL, nueva epistemología
y escuela de pensamiento pragmático, aborda los diversos niveles inherentes al
ser humano. En tanto que proceso multidimensional, significa desarrollo de la
competencia conductual y de la flexibilidad, a la vez que integra tanto
habilidades de pensamiento estratégico como la comprensión de aquellos procesos
mentales y cognitivos que subyacen en el comportamiento humano. La PNL provee
de herramientas y habilidades para alcanzar nuevos estados de excelencia
individual, con ello se establece todo un sistema de presuposiciones y
convicciones que facultan una aprehensión del ser humano, de la comunicación y
de todo lo que el proceso de cambio implica.
En un plano distinto, la
PNL significa también auto descubrirse, es decir, explorar y descubrir la
identidad y misión propias, provee además de una estructura que permite
comprender y relacionar la parte “espiritual” de la experiencia humana, la
cual, más allá de nosotros como individuos, alcanza a nuestras familias,
comunidades y sistemas globales. La PNL no sólo se enfoca en desarrollar
patrones de excelencia personal, sino sabiduría y visión.
La PNL se fundamenta en
estas dos presuposiciones fundamentales:
1. Mapa no es igual a
territorio. En tanto que los seres humanos, nunca podremos aprender la
realidad. Tan sólo somos capaces de conocer nuestras percepciones de la propia
realidad. Así, experimentamos y reaccionamos ante el mundo que nos rodea,
principalmente mediante nuestros sistemas de representación sensorial. De
hecho, no es la realidad, sino nuestros mapas (interpretaciones) de la realidad
los que determinan la conducta y los que le dan significado al comportamiento.
Por ende, no es la realidad en sí la que nos limita o nos faculta, sino más
bien nuestro mapa de la realidad.
2. Mente y vida son
procesos sistémicos. Todos los procesos que ocurren al interior de un ser
humano y entre los seres humanos y su entorno son de naturaleza sistémica.
Tanto nuestros cuerpos, nuestras sociedades, así como nuestras visiones del
mundo y de la realidad conforman una ecología de complejos sistemas y
subsistemas que se hallan en continua interacción y que se influyen entre sí.
Nunca es posible aislar totalmente una parte del todo. Tales sistemas responden
a ciertos principios de ‘auto-organización’ y de manera natural tienden hacia
los estados óptimos de equilibrio u homeóstasis.
Todos los modelos y
técnicas de la PNL se basan en la combinación de estos dos principios. Mediante
el sistema de adquisición de convicciones de la PNL no se pretende que el ser
humano conozca objetivamente la realidad. La sabiduría, la ética y la ecología
mental no derivan de la obtención de un mapa ‘correcto’ de la realidad, toda
vez que el ser humano no es capaz de ello. En vez de esto, la meta es crearse
el mapa más rico posible que a la vez respete la naturaleza sistémica, ecología
y entorno propios.
Las personas que se
muestran más capaces de lograrlo son aquellas que poseen un mapa del mundo que
les permite percibir el número más grande de opciones y perspectivas. La PNL es
un medio para enriquecer las opciones que se tienen y para ponerlas al alcance
de uno dentro del entorno de cada quien. La excelencia y superación personal se
obtienen al poseer varias opciones. La sabiduría, al través de múltiples
perspectivas.
PNL en
la educación
Uno de los problemas más
grandes de la humanidad es la mala calidad de la educación que se imparte a los
niños y la poca capacitación que se da a los maestros cuando hay alguna. La
educación escolar así como la educación familiar es la responsable de formar a
las nuevas generaciones. Esta frase la hemos oído hasta el cansancio, sin
embargo debemos ponernos a pensar sobre lo que significa.
El ser humano absorbe y
guarda en el inconsciente toda la información a la que ha tenido acceso. Esta
información es filtrada a través de su pensamiento, pasando por su sistema
neuronal y formando programaciones, las cuales forman creencias que lo
conducirán y lo guiarán durante toda su vida. El ser humano es producto de sus
pensamientos, acerca de lo vivido y experimentado.
Aquí reside la tremenda
responsabilidad de padres y maestros. ¿Qué clase de mundo les estamos
presentando a nuestros niños y jóvenes? ¿Qué ejemplo les estamos dando? ¿De qué
manera los respetamos y los tratamos como personas pensantes y valiosas?
Acordémonos que lo que se graba íntimamente son las vivencias y no la teoría.
El maestro debe estar consciente de la enorme responsabilidad que se le ha
otorgado, ya que su labor no es informar, sino formar seres humanos.
Esta visión no se tenía el
siglo pasado, donde la personalidad del niño no era tomada en cuenta y la
educación escolar se impartía sin considerar al pupilo como ser individual, el
centro y la razón de la educación. Era y sigue siendo, desgraciadamente en
muchos lugares, una educación estereotipada. Sin embargo cada vez son más las
escuelas y centros educativos que están conscientes de la importancia de la
educación personalizada.
Programación
Neurolingüística nos propone herramientas valiosísimas para dar a los alumnos
una educación personalizada, eficiente, viéndolos como individuos para poder
hacerles llegar la información que se requiere de una manera efectiva.
Una de las herramientas
principales que nos presenta la PNL para manejar en la educación escolar, es el
conocimiento de los sistemas representacionales, básicamente para saber por dónde
le llega la información al alumno. Esto quiere decir cuál es su principal canal
de acceso con el exterior. Hay niños que son más visuales, aprenden más a
través de imágenes, otros son más auditivos y aprenden más por lo que escuchan
y no tanto por las imágenes y otros son más sensoriales o kinestésicos, esto
quiere decir aprenden más por el gusto, olfato y tacto. Por lo tanto, el
maestro debe aprender técnicas de enseñanza que involucren a cualquier tipo de
alumno para asegurarse que todos sus alumnos entienden y aprenden los
conocimientos que se le están impartiendo. (Ver Sistemas Representacionales y
Sistemas Representacionales II).
El aprender a usar el
lenguaje correcto que le llegue a cada uno de los alumnos es parte de saber
usar todos los sistemas representacionales con términos visuales, auditivos y
sensoriales. Frases tales como “lo ven claro” (visual) “quiero decir esto bien
alto y claro” (auditivo), “siento lo que me quieres decir” (sensorial).
El buen uso de lenguaje
incluye el hablar siempre de lo que se pretende y se quiere lograr y no
utilizar frases que ilustran lo que no se quiere. Por ejemplo: “se acuerdan de
traer mañana su tarea” en lugar de decir “no se les vaya a olvidar su tarea
mañana”. (Ver La Importancia del Lenguaje Asertivo).
Los niños problema,
generalmente son la causa de una educación no personalizada, esto quiere decir
que no está en su idioma o mejor dicho en su sistema representacional y que de
alguna manera no logra captar su atención, ya que no le interesa. Este tipo de
alumnos suelen ser sensoriales. El problema aquí no es del alumno, sino del maestro
que se empeña en dar la información normalmente por los canales visual y
auditivo generalmente, dejando fuera a los alumnos sensoriales. Ejemplo de cómo
dar una clase son los museos interactivos para niños donde se despiertan los
cinco sentidos. Asimismo, PNL tiene técnicas específicas para lograrlo también.
Otra técnica muy eficiente
para que el alumno esté dispuesto a aprender, es enseñarlo a respirar
abdominalmente para oxigenarse al entrar a clases y en los momentos que el
maestro detecte cansancio en el grupo. El respirar profundamente de esta manera
sitúa al alumno y también al maestro en el aquí y el ahora, siendo más difícil
que la atención del alumno se disperse. El mover a los alumnos mediante algún
ejercicio también es de gran ayuda.
El maestro debe aprender a
leer a sus alumnos a través del lenguaje corporal. Es imposible que un alumno
que llegue a clases con un problema emocional encima, ponga atención y se
desempeñe como los otros compañeros de clase, sin que antes se le atienda. Por
eso el manejo de las claves oculares, así como de la fisiología son de gran
ayuda dentro de la educación. (Ver Lenguaje Corporal y PNL y Movimientos
Oculares).
El maestro cercano,
eficiente, el mejor de los maestros es el maestro que logra estar con sus
alumnos, que aprende a ser con ellos y a través de ellos. Y Programación Neurolingüística
nos proporciona todas las herramientas para elaborar una educación donde
cualquier tipo de alumno pueda aprender rápida y fácilmente y donde el maestro
pueda fluir.
Palabras
peligrosas
1.- La palabra “no”. Esta
palabra no la registra la mente, es una palabra abstracta. Ejemplo: “No”
pienses en un caballo. “No” pienses que va galopando. Y la mente lo registra
inmediatamente. Al no registrarla, la mente registra lo que se dice a
continuación del “no” por ejemplo: “no te metas a la piscina”, “no me quiero
enfermar”, “no vayas a chocar el coche”, etc. Si quitamos el “no”, fíjate qué
queda. La orden de meterse a la piscina, enfermarte, y chocar el coche. Esas
son las imágenes que automáticamente se proyectan en tu mente, te des cuenta o
no y tu mente capta el mensaje contrario y lo cumple.
2.- La palabra “pero”. Esta
palabra la usamos generalmente para unir dos ideas. La primera parte de la
frase puede ser algo agradable, luego viene el “pero”, y la segunda parte de la
frase, anula la primera. En ocasiones pueden ser muy ofensivas si no nos damos
cuenta de cómo la estamos usando. “Tu
comida está rica, pero muy picosa.” (No te gustó al comida por picosa); “Te
ayudo con tu mudanza, pero hoy no puedo.” (No le vas a ayudar) Una forma de
suavizar el mensaje es invertir las frases: “Esta muy picosa, pero está rica.”,
“Hoy no puedo, pero te ayudo con tu mudanza.” Otra manera es, sustituir “pero”,
por “sin embargo” y esto tenderá a mandar el mensaje con otro significado. “Tu
comida está rica, sin embargo muy picosa.” “Te ayudo con tu mudanza, sin
embargo, hoy no puedo”.
3.- Generalizaciones como
“nunca”, “nadie”, “todos”, “siempre”, son palabras peligrosas porque son
determinantes y absolutas, y generalmente son falsas. No hay cabida para una
excepción, y terminan la conversación. Si “todos” los políticos son corruptos
(habrá algunos que no lo son), pues son todos y no hay esperanza. Si “nunca”
haces nada bien, (habrá algunas cosas que he hecho bien) pues es nunca y no hay
posibilidades de mejoramiento. Este tipo de aseveraciones en la conversación
dañan mucho, tanto al que las dice, como al que las escucha, además de que son
aseveraciones falsas. Tanto padres como maestros, han cometido todo tipo de
agresiones al incluir alguna de estas palabras con un niño cuando se refiere a
sus habilidades.
4.- “Mañana”, “la próxima
semana”, “un día de estos”, son otra serie de palabras que no te llevan a nada.
Cualquiera de esas frases la puedes decir cualquier día y te encontrarás que
“mañana” o las otras frases, nunca llegan. Cuando queremos cumplir objetivos
estás están absolutamente prohibidas. Mejor puntualizar qué día; el lunes, por
ejemplo.
5.- “Tengo que”, tiene un
significado negativo. Asociamos estas palabras con algo desagradable, que nos
cuesta trabajo y que implica un esfuerzo. “Tengo que trabajar”, “tengo que
estudiar”, “tengo que organizarme”. Denota una obligación. Nunca decimos,
“tengo que ir a la playa y divertirme”, o “tengo que faltar a la escuela”. Los
primeros ejemplos requieren de un esfuerzo, y hay una batalla interna para
poderlo lograr. Es más, se siente un peso encima cuando digo cualquier cosa con
“tengo que”. Puedes aligerar tus obligaciones engañando a tu mente y cambiar
“tengo que” por “quiero” y verás que hay ligereza y sentirás que logras las
cosas con mayor facilidad. “Quiero trabajar”, “quiero estudiar” (no hay lucha)
y lo podrás lograr mucho más rápido y con menos esfuerzo. Eso de engañar a la
mente se puede hacer con frases que den un sentido a la acción. Ej. Yo trabajo
para ….., Yo estudio porque ….. Si uso el yo quiero, sin quererlo, no me va a
provocar una emoción positiva ( o sea un efecto neuroquímico positivo) ya que
me suena a falsa y por lo tanto no me va
a funcionar pues estoy negando una realidad.
Estas son algunas de las
palabras peligrosas para que las tengas presente y que veas cómo las usas y si
te impiden conseguir tus metas. Cuida tu
diálogo interno, lo que te dices a ti mismo. Y luego cuida lo que dices a los
demás.
Como ejercicio, haz una lista de las expresiones que usas con frecuencia
con estas palabras para hacer conciencia y trata de cambiar las palabras para
que el significado deje de ser negativo y así el efecto neuroquímico sea
positivo y de motivación, Amamos.
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